Desde nuestro estudio reivindicamos la importancia de la distribución para el éxito de cualquier proyecto de interiorismo. Quizás se deba al perfil de nuestra formación, pues tanto el equipo de proyecto como el de producción está formado por arquitectos de formación que se han interesado por el interiorismo en su trayectoria profesional.
En este sentido reivindicamos la importancia de partir de una buena distribución. Como acostumbramos a decir en nuestro estudio, se trata de “resolver el proyecto”. De encontrar la disposición de los espacios que mejor se ajuste a las necesidades del cliente y a las características del inmueble.
Todo proyecto tiene 4 restricciones principales que debemos tener en cuenta para encontrar la mejor propuesta en todos los sentidos.
Restricciones normativas
Las administraciones regulan qué podemos y qué no podemos hacer en mirar de preservar la seguridad técnica, la salubridad y en algunos casos el patrimonio de los inmuebles que habitamos. De este modo, debemos cumplir ciertas medidas y disposiciones si queremos que nuestro proyecto cumpla con la normativa vigente y pueda optar a todas las certificaciones requeridas para la primera ocupación.
Restricciones propias del inmueble
En algunas ocasiones, clientes de confianza nos piden nuestra opinión antes de lanzarse a la compra de un determinado inmueble. Con ello nos piden nuestra opinión sobre las posibilidades de una determinada vivienda o local teniendo en cuenta las restricciones normativas, pero también las propias del inmueble. Nos referimos a su orientación, su situación en la finca, si tiene humedades o no, los materiales de la estructura, la disposición de los bajantes y muros de carga. Las condiciones propias del inmueble determinarán en alguna medida qué se puede hacer y qué no se puede hacer, así como nos darán pistas sobre el volumen imprescindible que conforma la tercera restricción.
Restricciones de presupuesto
Esta variable sí que depende directamente del cliente. ¿Cuánto dinero tenemos disponible para invertir? En todos los casos, nuestros clientes pretenden maximizar sus presupuestos, consiguiendo el mejor resultado sin gastar de más. Eso es una parte fundamental de nuestro trabajo, pues nuestros clientes no tienen por qué saber el precio de cada una de las actuaciones requeridas para reformar una vivienda o local. En cualquier caso, existen ciertos parámetros que gracias nuestra experiencia ya tenemos por la mano y nos hacen saber los costes aproximados de la producción de un determinado espacio. En algunas ocasiones, las restricciones de presupuesto entran en contradicción con la voluntad de los clientes en cuanto a calidades o actuaciones requeridas. En este sentido, el presupuesto aproximado disponible es un parámetro que siempre requerimos a nuestros clientes. Pues determina en gran medida el alcance del proyecto, sobre todo en lo que se refiere al tipo de calidad de los materiales, así como del mobiliario.
Restricciones por el briefing
El briefing es la piedra angular de cada proyecto. En ocasiones es el propio inmueble el que “te pide” ciertas actuaciones, como un caso abstracto para una familia tipo o como nos vemos en ocasiones en nuestro estudio, en viviendas destinadas al mercado de alquiler. En estos casos, nosotros mismos nos basamos en un cliente tipo para generar una distribución tipo que maximice el aprovechamiento del espacio y de las condiciones de la vivienda o local. Pero en la mayoría de casos, partimos de un briefing detallado por parte de nuestros clientes que nos encargamos de recopilar mediante encuentros, conversaciones, reuniones e incluso cuestionarios. Obtenemos un conjunto de información que también determina aspectos del proyecto.
Los aspectos más importantes del briefing se refieren a la forma de vivir de sus habitantes, qué practicas les son habituales o les gustaría realizar. Me gusta leer y a mi ver películas, me encanta cocinar, cuidar las plantas, me levanto muy temprano y todos duermen, … Por otro lado, están aspectos más prosaicos pero que tienen una importancia fundamental. ¿Cocina abierta o cerrada? ¿Ducha o bañera? ¿Bidet? ¿Parquet o porcelánico? De lo más genérico a lo más concreto. Son aspectos que tenemos en cuenta en el momento de diseñar nuestros espacios para conseguir un ajuste perfecto, así como cumplir con el resto de restricciones precedentes.
Una vivienda bien distribuida es una vivienda útil, eficiente y adaptada. Como arquitectos e interioristas ponemos nuestro conocimiento técnico y experiencia al servicio de nuestros clientes para conseguir diseñar y construir espacios que sean lo mejor posible al briefing de nuestro cliente maximizando las posibilidades de la vivienda y el presupuesto. La distribución es central en este propósito, pues nos permitirá sacar partido al espacio teniendo en cuenta las necesidades y el estilo de vida del cliente. Una distribución actualizada es una garantía de perdurabilidad en el tiempo. Es el «cuerpo» que luego podemos «vestir» de diferentes modos en función de la moda del momento. Así que la distribución nos lleva a una noción de modernidad más fundamental, no ligada a las modas decorativas del momento.
¿Cómo podemos distribuir tu hogar para que parezca moderno? ¿Cómo podemos hacer que una vivienda inspire modernidad?
Abrirse al espacio
Si hay una clara tendencia en cuanto a modernidad, esta es la creación de espacios abiertos y amplios. El pasillo, la cocina cerrada o aún más una sala específica para el comedor o la televisión son cada vez menos frecuentes. Si antes los espacios se encapsulaban, se localizaban en habitaciones, hoy en día los espacios comparten superficies y se solapan en multifuncionalidad a favor de ganar una mayor amplitud de espacios. Se trata de maximizar el espacio disponible pero no de una forma intensiva. Es decir, no hace falta tratar de conseguir un máximo de piezas, ya sean habitaciones o baños. Sino maximizar la sensación de espacio en las zonas con un mayor uso.
Ponemos por delante lo cualitativo antes que lo cuantitativo. Si bien es cierto que lo cualitativo varia con el tiempo y nos puede parecer circunstancial, parece la apuesta más segura en el momento de hacer una gran inversión como es una reforma integral a partir de un proyecto de interiorismo. Nuestros estilos de vida seguirán variando, pero ciertamente no parece plausible que volvamos a levantar tabiques y a encerrarnos en habitaciones de pequeñas dimensiones en detrimento de los espacios abiertos más amplios y luminosos.
Algunas habitaciones, antes indispensables, ahora se fusionan o difuminan en otros espacios mayores que a su vez acaban ampliando la superficie total disponible. Dado que se comparten espacios, todo aquello que queda entre una zona y otra se suma a la zona que estamos usando y al total percibido. La cocina parece más amplia de lo que es porque se inserta en un espacio más grande y sobre todo porque incorporamos parte de la zona comedor en el uso. Lo mismo pasa con cada una de las zonas contenidas en un mismo espacio abierto. Por separado perdemos sensación de espacio, conjuntamente indiscutiblemente la ganamos aunque perdamos superficie perimetral. Perdemos paredes para ganar sensaciones. En cualquier caso, con muebles bajos, a media altura o divisoras de cristal podemos encontrar recursos que nos hagan no echar en falta ningún tabique consiguiendo maximizar la sensación global de espacio y la fluidez lumínica. Siempre nos queda la opción de añadir una puerta corredera integrada en el mobiliario para añadir modularidad a un espacio y tener la opción de cerrar la cocina o de transformar un pequeño estudio contiguo al salón en una habitación adicional.
Estos principios sirven tanto para la zona de día o social de la vivienda con el ya clásico conjunto formado por el salón-comedor-cocina; así como para la zona de noche o privada con el cada vez más común: dormitorio-vestidor-baño.
Orientar con la iluminación
¿A qué responde toda esta manía por tirar tabiques y buscar espacios más abiertos y diáfanos que tienen los interioristas hoy en día? La sensación de espacio es una razón central pero esta no se podría entender sin un mejor aprovechamiento de la luz. Disponer de luz natural se valora como un activo importantísimo para cualquier vivienda. Eso nos lleva a distribuir la casa en función de la luz, es decir, de las aperturas al exterior que disponemos, de la orientación de la vivienda en referencia a la luz solar y nuestras prácticas cotidianas. Si algo caracteriza las distribuciones modernas en la organización de la vivienda es la distinción entre las zonas de día y de noche y por lo tanto según la orientación del Sol. ¿Cuando gozamos más del salón? ¿Por la mañana, por la tarde? ¿Entre semana? ¿o solo los fines de semana?
Del mismo modo, la incidencia térmica del Sol influye en la eficiencia energética de la vivienda y el aprovechamiento de los diferentes espacios durante las diferentes estaciones a lo largo del año. Pues a lo largo del año la incidencia del Sol puede ser variante y precisa de diferentes adaptaciones de la vivienda a condiciones climáticas concretas.
Sin lugar a dudas nuestro as en la manga es el mobiliario a medida. Para mantener un orden y una jerarquía espacial en la vivienda, podemos optar por separar las estancias con el diseño y producción de muebles a medida. Los muebles bajos o a media altura que dejan espacio abierto en su parte superior nos permiten distribuir el espacio abierto sin perder amplitud visual y el flujo de luz. Además, partir de un diseño específico a medida nos permite imaginar la mejor solución posible, aprovechar al máximo los rincones y metros disponibles para que el resultado sea inmejorable. Un espacio diáfano se puede distribuir gracias al mobiliario manteniendo la percepción de estar en un mismo espacio general.
El mobiliario a medida nos permite abrir áreas de paso, separar zonas en función de sus usos preferenciales. Al mismo tiempo distribuimos el almacenaje en función de las necesidades de cada espacio dentro del conjunto. Unas cajoneras al lado del comedor, una estantería en el salón o una isla de cocina que abre un paso entre la cocina y el perímetro sustituyendo un antiguo tabique que separaba la cocina del pasillo distribuidor. Los diferentes usos de una estancia pedirán más o menos separación de un espacio con otro. Un mueble multifuncional –como un armario, una estantería o una estructura colgante- permitirá diferenciar áreas y, a la vez, tener una solución alternativa a las paredes y a los tabiques.
Actualizarse
Reivindicamos conseguir una buena distribución como la mejor forma de rentabilizar la inversión que supone una reforma integral. Pues podemos pintar, cambiar de muebles o incluso cambiar el alicatado del baño o el parqué para actualizar nuestra vivienda; pero tirar tabiques e instalaciones ya es otra cosa. La mejor garantía de atemporalidad para nuestra vivienda pasa por encontrar una buena distribución, una disposición de los espacios que se adapte a la perfección a las características y localización de la vivienda, así como a nuestras maneras de vivir.
Si además lo acompañamos con materiales de calidad y aspecto orgánico que sobrevivan bien el paso del tiempo y de las modas, tendremos un espacio preparado para seguir siendo moderno durante mucho tiempo.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR