Un despacho en casa
El teletrabajo y la importancia de un espacio de trabajo en casa
Escribimos estas líneas estando confinados en casa para frenar el contagio del COVID-19. Llevamos semanas trabajando desde casa y el espacio donde poner el ordenador y tomar notas ha ganado mucha importancia en todas nuestras casas. Ahora más que nunca necesitamos un despacho en casa.

Es habitual que, en el briefing de muchos de nuestros proyectos, los clientes nos pidan «un rincón o espacio donde poner el ordenador». Y es que, en la mayoría de los casos, siempre hemos pensado en el espacio de trabajo en casa como un lugar de uso circunstancial. Tanto que, si tenemos la suerte de disponer uno, lo más seguro es que esté pensado para ser utilizado por una sola persona al mismo tiempo. Si somos dos o más en casa, el resto tiene que adaptarse a las condiciones del resto de la vivienda.
Hoy, el último día del mes de marzo del 2020, en muchos hogares la mesa del comedor se reconvierte en mesa de trabajo, nos vamos moviendo de habitación para hacer videoconferencias con clientes, colaboradores y compañeros pensando en lo pertinente de la estantería, cuadro o pared de fondo o bien, huyendo del ruido ambiental. Se establecen turnos para usar el ordenador «potente» o con la pantalla grande de la casa y echamos de menos una buena silla donde estar sentados toda una jornada laboral, entre muchas otras cosas.

Estamos seguros que en muchos casos y dadas las circunstancias, las habitaciones de los jóvenes en edad estudiantil son las mejor preparadas para el escenario del teletrabajo, disponiendo de un escritorio y una silla en condiciones.
En cambio, los padres parecemos nómadas laborales dentro de nuestro propio hogar. Pues debemos compartir ese pequeño rincón donde poner el ordenador. O bien, buscar refugio en la polivalente mesa del comedor, ahora escenario de multitud de juegos y manualidades además de las comidas. Y escoger el fondo más adecuado para una videoconferencia con un cliente cuando a menudo no es el más tranquilo de la casa.
Esta crisis y estado de confinamiento está cambiando muchas cosas. Y evidentemente, la generalización del teletrabajo no es la más importante no remarcable. Pero estamos seguros que, de ahora en adelante, en el momento de pensar la distribución de una vivienda ganará mucha importancia poder disponer de un espacio de trabajo adecuado y confortable en casa.
Es de prever que, vista la experiencia, muchas empresas adopten definitivamente el teletrabajo como una modalidad habitual para reducir desplazamientos innecesarios o dar a sus trabajadores la oportunidad de realizar su jornada desde casa algún día de la semana. Todos nosotros ya estaremos entrenados y habituados a una nueva forma de trabajar que tiene nuestra propia casa como escenario principal.

En este sentido, y gracias a la experiencia ganada durante estas semanas, todos nosotros somos mucho más conscientes de aquello necesario para gozar de un buen espacio de trabajo en casa. Son elementos bastante evidentes y deseables en todas las circunstancias:
- Superficie de trabajo suficiente
- Silla cómoda
- Luz Natural
- Posibilidad de aislarte
Como arquitectos e interioristas estamos siempre preocupados por entender y prever, en la medida de lo posible, nuestras prácticas cotidianas, es decir, nuestra manera de vivir, de habitar nuestras casas, nuestros espacios. En este sentido, el aprendizaje que destacamos de esta situación de teletrabajo forzado es, por un lado, que es posible hacerlo sin que la productividad disminuya y por el otro que entre “los indispensables” de nuestros clientes para sus viviendas está un buen lugar de trabajo, la posibilidad de disponer de un despacho en casa.
Os dejamos algunas imágenes más de espacios de trabajo que hemos diseñado en nuestros proyectos. Algunos son rincones donde poner el ordenador, otros espacios de trabajo compartido y algunos auténticos despachos en casa.