Esta es una vivienda especial, llena de contrastes y somos conscientes que nuestra propuesta no es apta per a todos los públicos. Está situado en la planta baja de una finca del barrio de Gracia de Barcelona y sólo ventila y recibe luz desde la fachada frontal y la trasera. Estos condicionantes, más los propios de la disposición de acometidas, bajantes y elementos estructurales, han supuesto un reto a la hora de pensar la mejor distribución.
Esta es una vivienda especial, llena de contrastes y somos conscientes que nuestra propuesta no es apta per a todos los públicos. Está situado en la planta baja de una finca del barrio de Gracia de Barcelona y sólo ventila y recibe luz desde la fachada frontal y la trasera. Estos condicionantes, más los propios de la disposición de acometidas, bajantes y elementos estructurales, han supuesto un reto a la hora de pensar la mejor distribución.

Mobiliario que distribuye el espacio
La clave del proyecto es una gran pieza de mobiliario que funciona como el eje central de la vivienda. Es un conjunto de mobiliario a media altura acabado en madera de roble. Dentro, se esconden los pilares estructurales del edificio y un pequeño espacio para hacer la colada además de ofrecer generoso almacenamiento. Asimismo, ofrece continuidad visual y estética al conjunto y divide la vivienda en dos grandes zonas: la zona de día y la zona de noche, que quedan conectadas por un pequeño pasillo.
Una cocina que abre paso
La entrada desde la calle nos lleva directamente a la cocina. Ésta dispone de una isla central donde destaca la placa de inducción con extracción incorporada. Además ofrece una amplia superficie para cocinar, grandes cajones para almacenar utensilios de todo tipo y una pequeña vinoteca.
La cocina se completa con el módulo que incluye el friega platos, más almacenamiento, horno, microondas y una llamativa nevera Smeg de color rojo que contrasta con el acero inoxidable del mobiliario.


Una gran mesa polivalente
El comedor dispone de una gran mesa que, además de albergar las comidas cotidianas y celebraciones, sirve para realizar pequeñas reuniones ya sean de carácter lúdico o laboral, comiendo o trabajando con el ordenador o revisando papeleo.
La estantería del módulo central sirve a la vez para almacenar, así como para exhibir la colección de piezas curiosas que la familia colecciona y nos encantan.





Una base en bruto en contraste con el mobiliario
Si miramos al techo, descubrimos las vigas traveseras características de la bóveda catalana, reforzadas por un entramado de vigas de hierro que aseguran la estructura del edificio y permiten disfrutar de amplios espacios abiertos, prescindiendo de los tabiques preexistentes. De acuerdo con la búsqueda de cierta estética industrial, se ha optado por dejar conductos e instalaciones vistas, incluso el aparato del aire acondicionado.
En conjunto con los pilares y paredes de ladrillo visto, los techos ofrecen una base en bruto que contrasta con el acabado de los volúmenes de carpintería y mobiliario, definidos éstos por formas más limpias.


Un estar en el interior y otro en el exterior
La zona de estar de esta vivienda la encontramos duplicada en el interior y exterior, en una interacción continua entre ambos espacios gracias a las grandes puertas deslizantes de cristal.
En la parte interior, destaca la continuación del módulo de mobiliario central. Esta vez con una disposición especialmente pensada para albergar el equipamiento audiovisual y la apertura que abre paso a la zona de noche. El hecho de que el mueble no llegue al techo hace ampliar aún más la percepción de loft, o dicho de otro modo, de gran espacio único distribuido por el mobiliario.

En el exterior, encontramos un patio de luces en al que hemos intentado sacarle el máximo provecho. Dado que la altura de la finca no es muy grande, el espacio recibe claridad suficiente para que las plantas puedan sobrevivir en buenas condiciones. Es evidente, no hay vistas posibles más allá que el interior y por eso hemos intentado continuar el estar interior en el exterior.
Mientras dentro el espacio invita a relajarse con una lectura o viendo una película, en el exterior, el ambiente invita a mantener una buena conversación compartiendo un aperitivo.
El patio interior se caracteriza por mobiliario de materiales de aspecto muy natural y colores que encajan a la perfección con su entorno, donde el punto de contraste lo ofrece el verde de la vegetación. Las bombillas colgantes ofrecen calidez y aspecto festivo al conjunto que transfigura este patio interior en un embalado festivo de una noche de verano.

Un gran espacio pensado para el relax y el descanso
El patio conecta con la zona de noche y directamente con un gran espacio pensado para desconectar y descansar. El dormitorio principal está inspirado en la suite de un hotel por su exuberancia y singularidad. Dispone de un baño que queda en el volumen de mobiliario central y un generoso vestidor abierto con tres módulos. La pieza clave es la bañera exenta frente al ventanal del patio interior. Un lujo para gozarlo, para darse un premio de vez en cuando y desconectar absolutamente de todo.




Al lado contrario, al otro lado de la bañera, encontramos un par de rincones fantásticos. Una bancada empotrada en la pared de ladrillos vistos que queda iluminada. La bancada sigue en el exterior ofreciendo un rinconcito que cura el alma.
Junto al ventanal, encontramos un punto de trabajo singular, donde en vez de trabajar de cara a la pared, quien lo ocupa lo hace encarado a una gran pieza de cristal que linda con el patio interior. Se trata de un espacio ideal para teletrabajar, aislado de la actividad del resto de la cas







Un paso lleno de libros
Una gran librería a ambos lados nos hace olvidar lo tedioso que tienen los pasillos a favor de un espacio amenizado por una variada biblioteca y un conjunto de recuerdos de aquí y de allá representativos de la familia que habita la casa.



El segundo baño de la casa se emplaza en este paso lleno de libros. Se concreta en un conjunto en el que destacan las baldosas hexagonales con el bordillo marrón de las paredes. Éstas contrastan con el suelo de hormigón en tono gris claro y el mobiliario en madera con el sobre negro.


Una habitación infantil para dormir entre fieras feroces

Se trata de una habitación lo suficientemente ancha para cumplir las funciones de dormitorio, sala de juegos y zona de estudio cuando toque. Una puerta deslizante permite aprovechar al máximo el espacio disponible. Y el papel pintado con tonalidades petróleo contrasta con el tapizado amarillo de las butacas.
El mobiliario, textiles e incluso los juguetes acaban generando un espacio muy acogedor donde las fieras feroces del papel pintado más que asustar hacen volar la imaginación a mundos mágicos y aventuras.


Las fotografías las ha tomado la fantástica Sandra Rojo y los vídeos los geniales Aguacate y Mango.