













El exterior de este lujoso chalet en Castelldefels está pensado para el disfrute con la familia y amigos. Destaca la piscina rebosante, pero también su abundante vegetación, su sofisticado mobiliario, así como un ingenioso módulo de cocina exterior y aseo.
Tanto los materiales empleados, el diseño de los volúmenes, así como las diferentes escenas de iluminación, e incluso un sistema de audio, proporcionan a sus habitantes un escenario ideal para gozar del buen tiempo.
Podemos distinguir diferentes zonas donde sentarse a charlar, comer, cocinar o incluso descansar ya sea en las modernas tumbonas al lado de la piscina, así como en las diferentes hamacas que se pueden encontrar en su perímetro.
El pavimento de la piscina está compuesto por baldosas de grandes dimensiones que configuran un fondo pensado para disfrutar de un cómodo baño. La piscina cuenta con una entrada progresiva en uno de sus lados, mientras que dispone de un banco elevado en la parte profunda, pensado para poder sentarse con el agua cubriendo el torso. El tono blanquecino de las baldosas confiere una tonalidad turquesa al agua al estilo de las playas de arena blanca o el contraste azulado del agua contra la base de un iceberg. Estos tonos se reproducen en las cuatro tumbonas reclinables que bajo un moderno parasol en forma de hoja cubren el espacio existente en la piscina y la fachada de la vivienda.
El interior y el exterior de esta vivienda interaccionan a través de los grandes ventanales de la zona de estar así como la zona de distribución de la planta baja. Las lamas de pino de la fachada encuentran su réplica en el pavimento de madera de que resigue el perímetro exterior de la piscina.
Cuando anochece, las luces del interior así como las les exterior, ofrecen un escenario ideal para una noche de verano.
Fotografías de Sandra Rojo.