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Las alfombras como elementos distributivos

Con la llegada del otoño, una manera habitual de aportar calidez a nuestro hogar es utilizar las alfombras. Pero algo ha cambiado en los últimos años que nos hace entender esta pieza del hogar de otros modos. Y es que la gran variedad de materiales disponibles entre los que elegir nos dan la oportunidad de utilizarlas todo el año y además poder variar entre diferentes modelos por temporada, del mismo modo que hacemos con otros textiles de la vivienda. De este modo, también podemos entender las alfombras como una forma más de vestir las estancias y logar un impacto cromático y de texturas en cualquier estancia.

Pero en este post queremos destacar otra función crucial para el interiorismo. Pues las alfombras no solo aportan confort haciendo de la estancia un lugar mucho más agradable o un impacto cromático al conjunto. Las alfombras nos ayudan a distribuir el espacio, zonificando visualmente diferentes espacios dentro de un conjunto más amplio. Las alfombras nos ayudan a definir y limitar cualquier espacio y es por eso que podemos entender las alfombras como elementos distributivos y no solo como elementos decorativos o que aportan calidez.

La alfombra como referencia visual en espacios abiertos

Las alfombras nos permiten delimitar espacios dentro de espacios mayores. Hecho de gran utilidad cuando pensamos en la tendencia a abrir espacios que caracteriza nuestras formas de habitar en la actualidad. Si hay una constante en los proyectos de reforma que hemos llevado a cabo como estudio de interiorismo en los últimos años, esta ha sido la de abrir espacios en las zonas sociales del hogar. Maximizando el espacio disponible para el salón, donde hoy es habitual encontrar la zona de comedor y un acceso abierto o semiabierto a la cocina.

En la disposición de espacios abiertos donde se encajan diferentes usos resultan de gran utilidad las alfombras, pues nos permiten zonificar la zona del salón como entidad dentro de un espacio abierto que en ocasiones incluye una zona de comedor y la cocina. De hecho, por razones de higiene y cuidado de tejidos rara vez encontraremos alfombras en zonas donde se come. Pero sí que resulta un elemento habitual en los salones, donde además sirven y resaltan como referencia visual que nos sirve para identificar y diferenciar del resto de espacios del conjunto.

Otro espacio habitual es el dormitorio, donde la alfombra puede servir para delimitar un espacio de estar o lectura dentro de la misma habitación, o simplemente un espacio donde vestirse ante un espejo, sin que se pueda considerar un vestidor más allá de los límites de la alformbra.

Aspectos a tener en cuenta

Para colocar una alfombra tenemos que tener en cuenta el espacio que disponemos, los colores imperantes en nuestra estancia, las texturas de textiles y muebles y el estilo que más encaje y nos guste. Buscar la coherencia o el contraste peuden ser ambas estrategias válidas lo importante es que se consiga recrear un conjunto coherente.

Podemos crear un ambiente más acogedor, desenfadado, atrevido o que nos trasmita calma, según las texturas y los colores del material. 

La versatilidad de las alfombras hoy en día nos facilita poder poner en cada estancia del hogar alfombras que nos aíslen del frío si es necesario, aportando esa sensación de bienestar en casa, pero también generando un estilo particular y una referencia visual zonificadora en cada una de las estancias en que decidamos usarlas, gracias a sus materiales.

Materiales habituales y nuevos para las alfombras

Los materiales que marcan tendencia en la actualidad son las alfombras de fibras naturales com el yute, el sisal, el coco, el bambú, el cuero, el rattan o el algodón. Esta gran variedad nos ofrece la posibilidad de adaptar su uso a las circunstancias y optar por materiales más resistentes si fuera necesario.

Por otro lado, tenemos las alfombras de fibras sintéticas como las fibras acrílicas, el poliéster, el polipropileno o el nylon que por su resistencia es el más común. Las fibras sintéticas han protagonizado el gran cambio en las últimas décadas consiguiendo acabados dignos para cualquier estancia. Aunque es cierto que las alfombras de fibras sintéticas son las más escogidas para lugares de mucho tránsito como pueden ser tiendas u oficinas o zonas exteriores como terrazas, jardines o balcones.

Y es que la llegada de las alfombras lavables las hacen perfectas para zonas muy expuestas a la suciedad, como pueden ser zonas exteriories o de alto tránsito o bien zonas de juego reservadas a los más pequeños de la casa.

Estilos y diseños de alfombra

Gracias a la gran diversidad de materiales y formatos podemos disfrutar de distintos estilos que harán de nuestro hogar un lugar único y exclusivo y perfectamente zonificado gracias a las alfombras y el resto del mobiliario.

Hoy en día, no resulta extraño encontrar nuevos formatos que rompan con el clásico rectángulo y propongan forma y texturas diferentes, que nos sorprendan. Hablaríamos pues de formas geométricas diversas, pero también de estampados atrevidos, alfombras de pelo largo o pelo corto, alfombras kilim, marroquíes o de estilo nórdico.

El caso es que las alfombras piden paso con usos mucho más amplios que los relacionados con la búsqueda de confort o aislamiento. Las alfombras son también elementos distributivos que nos ayudan a zonificar espacios más amplios.

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