Interiorismo para mejorar tu descanso
A continuación plateamos diferentes cuestiones recurrentes para usar el interiorismo para mejorar tu descanso.
Dormitorio: interiorismo para descansar mejor
Si bien es cierto que para dormir no necesitamos muchas cosas más allá de una buena cama y estar lo suficientemente cansados, el entorno en el que lo hacemos puede ser determinante para lograr un buen descanso a largo plazo. El minimalismo como estilo de concebir el diseño interior va y viene desde hace décadas y comúnmente se asocia al estilo nórdico caracterizado por líneas simples y materiales naturales cuyas piezas de diseño emblemáticas son usadas en multitud de proyectos. En definitiva, sería disponer lo justo y necesario, pero, mal entendido, el minimalismo puede ser muy triste. Así que la receta para el interiorismo de un dormitorio puede ser más rica y compleja sin por ello poner en riesgo la posibilidad de conciliar favorablemente el sueño. A mi entender, cada cliente es un mundo particular y necesita una aproximación concreta en función de sus preferencias y formas de vivir. Las fórmulas no acostumbran a funcionar más allá de las modas.

¿Plantas en el dormitorio?
Hemos aprendido la norma general que no es bueno tener plantas en el dormitorio, pues se dice consumen oxígeno durante la noche y eso puede suponer un riesgo. Si bien es cierto que las plantas al “respirar” consumen oxígeno y algunas lo hacen especialmente por la noche, el consumo de oxígeno es tan bajo que en proporción nos debería preocupar mucho más dormir con el gato que con las plantas. De hecho, existen algunas plantas que producen oxígeno a todas horas, también por la noche, y son excelentes purificadoras de aire. Algunos ejemplos son tan comunes como las sansevierias, las cintas, los potos o el aloe vera. Así que respondiendo a la pregunta: no, mejor dentro.

Tonos y colores
No hay nada prohibido. La cuestión está en encontrar una combinación adecuada. En una misma familia de colores podemos encontrar diferentes tonos que combinan entre sí. O bien, buscar diferentes colores en un tono similar. Por ejemplo, podemos buscar de tonos pastel y combinar el turquesa, el rosa y el beige en los textiles o el pape pintado con el color del mobiliario. Para combinar diferentes colores debemos tener en cuenta lo que se denomina el matiz. Una forma de denominar lo que muchas veces hacemos de forma intuitiva al combinar colores pero que tiene toda una base formal a la que los profesionales recurrimos habitualmente. Cuando nos damos cuenta que dos colores muy dispares combinan perfectamente seguramente es porque comparten matiz. De esta forma, no debemos descartar la estridencia para nuestros dormitorios pues creo que un acorde con la personalidad de cada uno puede ser mejor que un entrono excesivamente neutro. Imaginad un cuadro de colores llamativos en el cabecero de la cama. Para ir a dormir, los tonos cálidos de la iluminación los suavizarán y al despertar nos darán energía para empezar el día al 100%.

Orden y equilibrio
El orden es la mejor manera de conseguir cierto equilibrio que es lo realmente fundamental para los dormitorios. A pesar de ello, podemos lograr cierto equilibrio sin demasiado orden en las cosas que hay en el dormitorio y, por otro lado, podemos tener todas esas cosas ordenadas pero la disposición del mobiliario y elementos en el dormitorio transmitir desequilibrio en las proporciones que nos hagan no poder descansar adecuadamente. Como si permanentemente tuvieras algo que resolver y te hace mantener alerta. Imaginad un cuadro torcido… pues esto se produce con muchos otros elementos a los que no prestamos atención conscientemente pero que sin duda influyen en nuestro descanso y percibimos inconscientemente.

Nórdicos, colchas, mantas, sábanas,…
Hoy en día existen fundas nórdicas de alta calidad que permiten gozar de la practicidad del todo en uno y nos facilita hacer la cama más rápidamente, sin necesidad de disponer unas sábanas como primer contacto con nuestra piel. Si bien es cierto que a fin de conseguir una buena ventilación podemos optar por disponer diversas capas y sacudirlas cada mañana para conseguir el efecto de frescor y evitar la presencia de ácaros, nuestro ritmo de vida sitúa la practicidad por delante de otras virtudes.
A pesar de ello, tanto en invierno como en verano y sin lugar a duda preferimos los tejidos naturales como el algodón o el lino, que permiten la transpiración de la piel y son agradables al tacto. Para el descanso el tacto es fundamental, solo hace falta pensar en el momento de meterse en la cama con las sábanas recién cambiadas. Un buen tejido, mantiene más tiempo esa fantástica sensación y favorece nuestro descanso. Si tenemos que escoger alguno nos quedamos con el lino natural para los meses más calurosos y el algodón egipcio para los meses de frío, aunque ambos se pueden utilizar durante todo el año.

¿Persianas entreabiertas, cerradas o abiertas?
En términos generales y en condiciones ideales es preferible mantener las persianas como mucho a media altura y, si las condiciones atmosféricas, de seguridad y ruido lo permiten, mantener la ventana abierta al menos un par de dedos. De este modo, mantenemos una mínima renovación de aire durante toda la noche y la luz natural nos ayuda a despertarnos sin el sobresalto del despertador. Pero lo cierto es que estas condiciones dependerán mucho de la orientación y situación del dormitorio en particular. En nuestros proyectos siempre tratamos de reservar ciertas condiciones para la zona de descanso de la vivienda y las aplicamos en la distribución buscando el entorno más tranquilo y con menor incidencia de ruidos o iluminación de farolas o comercios del exterior. Ojalá todos pudiéramos disponer de la tranquilidad de una casa en el campo y no del ajetreo de la ciudad para nuestro mejor descanso.

¿Y si nos pudieramos despertar sin despertador?
Eso sería ideal, pero implica cierta disciplina inicial hasta desarrollar un hábito. Es decir, el problema empieza en el momento de irse a dormir, no en el momento de despertarse. A menudo, nos vamos a dormir más tarde de lo que deberíamos por diferentes razones. Algunas más importantes que otras. La cuestión es que las obligaciones del mañana no esperan y a menudo no podemos esperar a la salida del Sol para despertarnos de forma natural tras una completa noche de descanso. Lo ideal, seria desarrollar un hábito en referencia a la hora de irnos a dormir que nos asegure un tiempo suficiente de descanso. Resulta importante mencionar todos los rituales asociados que nos predisponen a un buen descanso, como leer el capítulo de un buen libro en tu rincón de lectura o sentarte en la isla de cocina a tomarte una infusión mientras escuchas un programa de radio. Todos estos rituales forman parte del briefing que necesitamos de nuestros clientes para imaginarnos su casa. Son detalles que imaginamos y que fundamentan el éxito de cualquier proyecto de interiorismo. En definitiva, si los espacios que diseñamos se ajustan y potencian las formas de vivir que deseamos.

Purificar y ventilar
Es evidente, ahora más que nunca, que lo que está por venir nos puede sorprender. En cualquier caso, creo que podemos adoptar muchos hábitos saludables, conocidos por todos y a menudo olvidados, que nos pueden proteger más que ciertos extras. Las circunstancias actuales nos han permitido redescubrir nuestras casas y cuidarlas un poco más de lo que veníamos haciendo. Estamos convencidos que el simple hecho de ventilar adecuadamente el dormitorio cada día es algo que ahora hacemos porque estamos más en casa, que cuando teníamos que ir a la oficina y las prisas y los compromisos nos situaban fuera del hogar. Nadie sabe cómo va a ser el mundo del futuro, lo que sí que parece evidente es que nuestros hogares ganan protagonismo y nos debemos ocupar de ellos como entornos pensados para favorecer nuestro bienestar.